La madera es el material más antiguo y, al mismo tiempo, el más contemporáneo del diseño de interiores. A diferencia de materiales que quedan relegados a una sola época o tendencia, la madera posee una versatilidad camaleónica que le permite ser la protagonista, ya sea en un bistró de estilo francés clásico o en un lounge minimalista de inspiración futurista.
El secreto reside en elegir la madera adecuada y el acabado preciso para el concepto deseado. Para los dueños de negocios, entender esta versatilidad es clave para dar vida a la identidad de vuestro local. Vosotros estáis invirtiendo en un material que es una base sólida para cualquier historia de diseño que queráis contar.
A continuación, exploramos cómo la madera se adapta a los estilos de diseño más populares en hostelería:
Clásico y rústico: El abrazo de la tradición
En estos estilos, la madera no se esconde; se celebra con toda su historia y su carácter:
- Estilo Rústico/Campestre: Se priorizan maderas con vetas marcadas y nudos visibles (como el castaño o el roble). Los acabados son mates, aceitados o ligeramente envejecidos para enfatizar el origen natural. El mobiliario es voluminoso y robusto, con mesas de grandes tablones que evocan la calidez de una casa de campo.
- Estilo Clásico/Francés: Aquí, la madera aporta nobleza y sofisticación. Se utilizan maderas con acabados más oscuros y pulidos (como el nogal), a menudo con patas torneadas o detalles tallados. La clave es el pulido y el barniz que confieren un brillo suave y una sensación de lujo atemporal.
Industrial y urbano: El contraste vanguardista
Como ya exploramos, la madera es el suavizante esencial que humaniza la rudeza del diseño de fábrica:
- Estilo Industrial: Se utiliza madera con un aspecto tosco o recuperado, contrastando con estructuras de metal negro o hierro visto. Las maderas son de tonos medios a oscuros, con un acabado mate o ligeramente áspero al tacto. El diseño es funcional y sin ornamentos, celebrando la unión visible de los materiales (madera y acero).
- Estilo Urbano/Contemporáneo: La madera se presenta en formas geométricas limpias y puras. Se puede optar por maderas claras o teñidas de gris para complementar la paleta de colores urbanos (grises, blancos, negros), manteniendo la calidez sin el aire rústico.
Minimalista y nórdico: La elegancia de la simplicidad
Estos estilos exigen que la madera sea ligera, funcional y respete el espacio:
- Estilo Nórdico (Hygge): El claro protagonista es el Fresno o el Abedul por su tonalidad pálida. La madera se utiliza con acabados muy ligeros (aceites o jabones) para maximizar la luz. El diseño es ergonómico, de líneas sencillas y patas cónicas, centrándose en la funcionalidad y el confort (la esencia del hygge).
- Estilo Minimalista: La madera se usa como un toque de calidez en un espacio dominado por el blanco y el cemento. Se utiliza una madera de veta muy uniforme y limpia, sin nudos visibles, asegurando que el diseño sea una expresión de líneas puras, sin distracciones visuales.
La madera no os limita a un único estilo; es vuestra aliada para dar vida a cualquier concepto de diseño. Al comprender cómo la elección de la especie, el tono y el acabado transforman su personalidad, vosotros estáis equipados para crear un local que sea estéticamente coherente y estructuralmente duradero. La versatilidad de la madera es vuestra garantía de que vuestro mobiliario seguirá siendo relevante, sin importar la próxima tendencia.
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